Dos periodistas marroquíes refugiados en Francia, Dounia y Adnan Filali, han decidido iniciar una huelga de hambre para protestar contra el constante acoso que sufren por parte del régimen marroquí. También acusan a las autoridades francesas de complicidad en esta represión. Esta decisión radical surge después de años de persecución de los que han sido víctimas, y afirman que solo pondrán fin a su huelga de hambre cuando se respeten sus derechos como refugiados políticos y se sientan seguros.

Según su declaración, los periodistas denuncian la privación de sus derechos fundamentales como refugiados políticos y seres humanos por parte de las autoridades parisinas, quienes parecen priorizar mantener sus relaciones bilaterales con Marruecos en lugar de hacer cumplir las leyes y convenciones internacionales. Hacen un llamado a las organizaciones de derechos humanos y a los países democráticos para que los apoyen en su búsqueda de reasentamiento en un país seguro que respete sus derechos, dignidad y libertad de expresión, de acuerdo con la Convención de Ginebra.

Complicidad franco-marroquí: pruebas reveladas por los periodistas

Dounia y Adnan Filali afirman haber obtenido recientemente documentos confidenciales que prueban la intención de las autoridades francesas de perseguirlos en colaboración con las autoridades marroquíes. Estos documentos confirmarían sus denuncias de que las autoridades francesas buscan silenciarlos para mantener las relaciones bilaterales entre los dos países. Los periodistas también denuncian los cargos de difamación presentados en su contra, que consideran una reutilización de tácticas utilizadas por el régimen marroquí para obligarlos a abandonar su país de origen.

Esta revelación hace eco de las conclusiones de un comité especial del Parlamento Europeo y de organizaciones de derechos humanos, que ya han denunciado el uso del programa de espionaje Pegasus por parte del régimen marroquí para vigilar a periodistas y activistas, tanto dentro como fuera del país. Los periodistas resaltan la necesidad urgente de una mayor protección para los defensores de derechos humanos y periodistas marroquíes que arriesgan sus vidas para informar al público.

Violaciones de derechos humanos en Marruecos y crisis de poder latente

Esta huelga de hambre de periodistas marroquíes revela las graves violaciones de derechos humanos que persisten en Marruecos. Informes recientes, tanto nacionales como internacionales, han destacado estos abusos, incluida la encarcelación de un exministro de derechos humanos por expresar su opinión personal sobre asuntos relacionados con el palacio real, que lleva mucho tiempo vacante debido a la salud de Mohammed VI y la incertidumbre en torno a la sucesión del poder en un contexto de rivalidades entre facciones de la corte real y la influencia de los lobbies sionistas en las decisiones políticas.

Es crucial que la comunidad internacional intensifique sus esfuerzos para proteger a los periodistas y defensores de derechos humanos en Marruecos y en otros países donde arriesgan sus vidas por la verdad. Los gobiernos democráticos deben tomar medidas concretas para apoyar a los refugiados políticos y asegurarse de que los regímenes opresivos no puedan extender su control a otros territorios.

La huelga de hambre de los periodistas marroquíes en Francia es un llamado resonante a la justicia y la libertad de expresión. Es imperativo que se escuchen sus voces y se tomen medidas concretas para poner fin a la represión que enfrentan. La situación también revela la importancia de una vigilancia constante ante las violaciones de derechos humanos, donde sea que ocurran, para defender los valores democráticos y los derechos fundamentales de todos los individuos.

Comunicado de Dounia y Adnan Filali: Texto completo

HUELGA DE HAMBRE DE DOUNIA Y ADNANE FILALI

Somos Dounia y Adnane Filali, periodistas marroquíes, reconocidos como refugiados políticos por la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados en China en 2021, de acuerdo con los artículos 6 y 7 de la Convención de Ginebra de 1951.

Durante los últimos dos años, en suelo francés, hemos sido perseguidos por el régimen marroquí y las autoridades francesas cómplices, quienes en lugar de aplicar la ley y el derecho internacional, prefieren preservar su relación bilateral con Marruecos de la manera más indigna, negándonos nuestros derechos como refugiados políticos y como simples seres humanos. Además, hemos sido objeto de acoso constante por parte de las autoridades francesas y marroquíes, quienes tienen el objetivo común de silenciarnos. Amenazados de muerte, se nos niega la justicia. Como periodistas profesionales, se nos niega el derecho a trabajar, y como refugiados políticos, se nos niega protección.

Además, la complicidad artera de las autoridades francesas llega al extremo de acusarnos de falsas denuncias y difamaciones, tácticas previamente utilizadas por el régimen marroquí por las cuales obtuvimos asilo político, entre otras razones.

Recientemente, hemos obtenido documentos altamente confidenciales que prueban la intención de las autoridades francesas, en colaboración con sus homólogos marroquíes, de perseguirnos durante el mayor tiempo posible para perjudicarnos y silenciar nuestras voces, bajo el pretexto de mantener relaciones bilaterales entre los dos países.

Responsabilizamos al régimen marroquí y al Estado francés de toda la persecución que hemos sufrido durante los últimos dos años en suelo francés y de todo lo que nos suceda mientras permanezcamos en Francia.

Anunciamos que hemos iniciado una huelga de hambre de duración indefinida, comenzando el viernes 2 de junio de 2023, y solo terminará cuando estemos seguros y se respeten nuestros derechos como refugiados políticos.

Solicitamos a las organizaciones pertinentes y a los países democráticos que nos ayuden en nuestro reasentamiento, como está previsto en la Convención de Ginebra, en un país seguro que respete nuestros derechos como refugiados políticos, nuestra dignidad como seres humanos y nuestra libertad de expresión.

Llevamos a cabo nuestra huelga de hambre en un lugar privado, en lugar de un lugar público donde estaríamos expuestos a las peores represalias que puedan venir de Marruecos y sus aliados.

París, 2 de junio de 2023